8/1/17

AMOR


Nací extraordinariamente sana y llena de vida, y por qué no admitirlo, llena de amor.
Es tan fácil dañar a una niña. Una herida incurable.
Me cuesta tanto pronunciar esta palabra, amor. Hace muchos años que la olvidé.

Niña salvaje, sin padre, madre ausente, aislada en el frío invierno de las montañas, arrojada al amor de un pedófilo, en el calor de mi familia. Antes de la herida estaba la cuna. Antes de él estaba yo y mi extraordinaria vida y mi infinito amor.

Nunca he olvidado de dónde vengo, esperando este preciso momento, volver para recuperar esa vida y ese amor. Y solo lo hago por y para mi.









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